Por: Licda. Ivonne López/ Consultora

En muchos casos, desde pequeños soñamos en que somos superhéroes, nos vemos como doctores, como maestros, como bomberos, intentando salvar al mundo.  Estos sueños reflejan que por más pequeños que seamos, nacemos con ganas de aportar, con ganas de dar un granito de arena para cambiar nuestro mundo; es decir nacemos con un deseo grande de ayudar a los demás, hablamos entonces de valores, de habilidades y hablamos de conceptos complejos, como solidaridad. 

De niños muchas veces no conocíamos la definición, ni la interpretación de estos valores o de estos conceptos, pero si teníamos dentro de nuestro ser, esos sentimientos de solidaridad y de generosidad.  Años después vemos como ciertas acciones, nuestras decisiones y las actitudes que tomamos ante los hechos son diferentes en algunos casos a los sueños que un día tuvimos.

Es por ello importante entender nuestro propósito en la vida, cuando yo era pequeña, no sabía cuál era mi propósito, pero con el transcurso de los años empecé a detectar y a entender las señales que me moverían a lo que hoy es mi propósito.  Algunas de las señales fueron que me inquietaba mucho el dolor ajeno, la injusticia, la desigualdad, pero me tomo tiempo descubrir que tenía una vocación social, que tenía una actitud emprendedora y que era capaz de hacer y marcar una diferencia.

Ortega y Gasset decía: “¿A dónde vas con tanta prisa, si es a ti mismo a quien debes llegar?”

Esto nos hace reflexionar que la vida no se vive demasiado rápido, sin sentido.  En muchas ocasiones, hacemos tantas cosas, queremos comernos el mundo en un segundo y cuando volteamos, nos damos cuenta de que no sabemos ni hacía donde vamos, ni cuál es el propósito para hacer lo que hacemos.  

Es allí donde los procesos de introspección, nos permiten darnos cuenta hacía que camino queremos ir y en donde estamos en este momento; si estamos siendo sustentables con nosotras mismas, para poderlo ser con los demás.  Si estamos ganando libertad, para poder co-crear nuestro presente y visualizar un futuro mucho mejor.  

La Gente de Acción, tiende a generar muchas ideas, disfruta de co-crear proyectos y programas y entienden que lo que se quiere hacer, vale más la pena, si se hace de forma colaborativa, donde todos sumen a hacer realidad lo propuesto y donde cada persona vaya cumpliendo su propósito.

Esto me hace pensar que las crisis globales, nos demuestran que todos estamos interconectados.  Que llegamos a la meta cuando llegamos todos.  Que la felicidad del mundo depende de nuestra felicidad.  Que cada una de nuestras decisiones marcan nuestro propósito y el rumbo de nuestra vida. 

Finalmente se valen las inconsistencias, en el proceso de descubrir nuestro propósito, recordemos que vale más ser inconsistentes teniendo un proyecto que integra nuestra relación con el mundo, que ser consistente con el egocentrismo.  Todo esto nos permitirá llegar a tener un equilibrio entre nuestro corazón y nuestras pasiones.

Mi invitación, es que cuando escuchen mucho ruido exterior, se tomen un momento para encontrarse a sí mismas y así descubrir su propósito.

 “Para encontrar tu propósito solo falta pegar tu oído a tu alma y escucharte”.

Anne Sexton

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Ivonne López

Consultora

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