Mujer de esperanza, es una mujer con belleza
Cuando aplicamos la palabra “Esperanza” en nuestras vidas sabemos que viene de un acto de fé, es creer con optimismo que algo que anhelamos sucederá convencidos de que cambios o resultados favorables vendrán.
Cuando arrancó el año 2020, nos llenamos de anhelos, deseos personales y con la esperanza de que un año diferente y lleno de promesas se venía. Teníamos Esperanza de que cosas grandes y buenas venían a nuestra vida.
En lo personal me proyecté en grande, hice planes y me tracé metas que iba a ir desarrollando y cumpliendo en un año que veía prometedor.
Se que al igual que a mí, les pasó a muchas de ustedes y cuando comenzamos a vivir todo lo que inesperadamente comenzó a suceder con la noticia que una Pandemia se estaba saliendo de control y nos veíamos forzados y en la necesidad de detener nuestra vida rutinaria.
Sé que como a mí, el miedo, pánico e incertidumbre invadieron nuestra mente y nuestro ser, generándome así, momentos de ansiedad que tuve que aprender a manejarlos.
Pensamos sin duda en que todo lo que habíamos planificado y soñado iba a tener que esperar para otro momento o comenzamos a utilizar la frase… “Cuando todo esto pase…”
Pude observar durante este tiempo como los seres humanos viviendo en una misma circunstancia de pandemia, a la que todos debíamos que acatar las mismas disposiciones de nuestros mandatarios para resguardo de nuestras vidas, fuimos adoptando diferentes posturas y actitudes, independientemente de las diversas clases sociales, ya que no me refiero a circunstancias económicas, sino que a que comencé a ver que en medio de todo lo que estábamos pasando, como bien dicen, unos se sentaban a llorar y otros a hacer y vender pañuelos.
¿De qué lado estabas tú? En lo personal hice un detalle de todo lo que me había trazado para el 2020 y analicé que podía manejar y realizar, que no estaba bajo mi control dada la situación y que debía de reinventar. En base a esto quiero compartirte mi experiencia personal para poderte aportar lo que a mi me ha ayudado durante esta experiencia de pandemia.
Comencé a establecer prioridades, nuevas metas y estableciéndome una rutina nueva que debía manejar con disciplina y responsabilidad para que todo se pudiera realizar y yo emocionalmente sentirme bien.
En redes sociales y en conversaciones con amigas, se repetía mucho el que encierro hacia que se comiera desordenado y eso haría subir de peso, por mi lado lo comencé a hacerlo diferente, dedicarme a una alimentación sana y a hacer ejercicio.
Se estaban adoptando hábitos en muchas personas de pasar horas viendo T.V. Por mi parte me dispuse a establecer horarios para no desenfocarme y actividades hacer actividades extras a mi trabajo y de mis hijos como la jardinería, ordenar áreas de mi casa, recibir charlas y cursos cortos en línea. Me dispuse a trazarme metas cortas y que pudiera ir cumpliendo en pocos días para sentirme satisfecha de cada cosa que iba realizando.
Un punto muy importante de todo esto era el cuidado personal. Sabía que si yo me arreglaba y cuidaba, me iba a dar ánimos para realizar mis actividades y todo lo que me había proyectado. Comencé a pensar que este tiempo de encierro podía servirme para hacerme tratamientos de belleza, cuidados de la piel, que mi cabello creciera sano y hacer ejercicio para lograr cambios significativos estos meses. Es así como logré superar tiempos difíciles, miedos, ansiedad e incertidumbre que me habían invadido al comenzar a vivir esta pandemia.
Al narrarles todo esto me hace recordar esos momentos y ver como pasados los meses superé todo eso, es como ver hacia atrás y visualizar el camino recorrido de como he logrado la realización de metas cortas y como logré reenfocar, reinventar muchas cosas y me llena de mucha satisfacción y paz personal.
Pero sé y estoy convencida de dos puntos importantes y fundamentales claves para lograr todo esto y son :
- Creer en nosotras mismas, sentirnos seguras y convencidas que todos los cambios y todas las actividades que realizaremos son las mejores para nosotros y por ende para todos los que nos rodean porque “Si yo estoy bien, todos los demás estarán bien” y “El cambio inicia conmigo”.
- La fé y la esperanza son fundamentales en todo lo que hacemos y emprendemos. Sabemos que estas dos palabras son como lo vimos al inicio de este artículo, “Es creer con certeza que lo que anhelamos sucederá”. Nunca olvidemos mantener activas estas palabras en nuestro día a día para atraer siempre positivismo.